La eliminación del ego - Albert Cruells
Oímos en muchas ocasiones que debemos transcender, vencer, trabajar en la eliminación del Ego, pero esta expresión acostumbra a causar mucha confusión.
Pero ¿realmente comprendemos en su profundidad lo que los sabios y maestros nos quieren decir?
Podríamos dar una respuesta rápida y decir que transcender o eliminar el ego no es obtener la ausencia de nuestro yo-funcional, nuestro yo-psicológico.
Sino que ya no estamos identificados con él como “Realidad Única”, conectándolo con algo mas elevado.
El ego-psicológico -vehículo funcional del dominio de la mente-, el Alma -vehículo de lo sutil- y el Yo superior -vehículo de lo causal- están presentes en todo momento en el mundo de las formas.

Tenemos que tener muy presente que en este campo de la dualidad el ego-personalidad, el Yo y sus percepciones parciales son reales y nos muestra una determinada “Realidad”
Pero en el campo de lo absoluto, en el campo del espíritu no lo es, y es a través de este campo en el que la percepción de nuestro ego-personalidad nos da una descripción sin filtros mentales correcta de la Realidad.
Transcender el ego-personalidad significa en verdad incluirlo en una implicación mas profunda y mas elevada, primero con el Alma y después con nuestro Yo superior dando lugar a la fusión con la unidad, con la conciencia plena.
No desechando y huyendo del pequeño ego-personalidad sino al contrario habitando en él plenamente, viviéndolo desde una consciencia más holística, aceptándolo como lo que realmente es, el vehículo necesario a través del cual podemos vivencias aquí en la tierra.
Alma y Espíritu contienen el cuerpo, las emociones y la mente
No los excluyen en su proceso de evolución hacia la Conciencia, el ego no es un obstáculo a vencer por el Yo superior sino que es la verdadera manifestación del Espíritu en el campo de las formas, en el campo de la dualidad.
Los sabios místicos de todos los tiempos han comprendido este juego, insisten en transcender plenamente la experiencia de esta encarnación, hallando la total liberación egoica en la vivencia profunda de toda experiencia que le aporta este mundo dual.
Siendo conscientes que no pueden encontrar el cielo aquí en la tierra sino son capaces de transitar de manera conscientes por el infierno que esta en nuestro mundo interior.
Los sabios comprenden que no hay nada que exista que este fuera de la Conciencia Universal, de la Energía Divina.
Saben que el secreto consiste en amar el cuerpo y sus emociones, la mente y sus formas-pensamiento, con el espíritu y su luz. Integrarlos plenamente, conscientemente, simultáneamente ya que todo es manifestación del Yo superior y de la Conciencia Universal.
No escapando sino viviendo y observando todas las experiencias que la vida nos presenta , penetrar en los pensamientos e ideas y acompañarlas en su proceso de manifestación.
Cuerpo, Mente y Espíritu totalmente integrados en la Conciencia Eterna que en definitiva es la esencia de toda manifestación.
Analicemos la vida de estos grandes seres que llamamos sabios, santos, maestros… analicemos la vida de Jesús, Buda, Mahoma, Lao Tsé, Platón, Rumí…y muchos más.
Hombres y mujeres que fueron capaces de movilizar y cambiar la sociedad desde sus más profundas estructuras que ha durado cientos de años, miles de años en el ser humano y no actuaron así evitado las dimensiones físicas, emocionales y mentales humanas.
Tampoco anulando al ego, que es el vehículo de todas ellas, sino porque han asumido esas dimensiones desde una consciencia tan profunda que han sido capaces de sacudir los propios fundamentos de la percepción del ser humano.
No fueron egos pequeños
Fueron grandes egos en la más completa acepción del término, precisamente porque el ego-personalidad puede existir y de hecho co-existe con el Alma y con el Yo superior integrado conscientemente las dimensiones menores y como no con nuestro ego.
En la misma medida en que esos grandes maestros han movilizado el dominio de la mente íntimamente conectados con el Alma – el psiquismo más profundo – y el Espíritu – fuente última de su fuerza – han movilizado el propio ego.
No obstante, no se identificaban meramente con su ego; simplemente lo han percibido conectado a una fuente Cósmica Universal.
Los grandes santos, maestros y sabios han conseguido tanto, precisamente porque han sino grandes egos conectados con su Yo superior, animados por la totalidad del Ser y comprendiendo que eran uno con el TODO, con esa Conciencia Universal mostrándonos la posibilidad de manifestar el cielo en la tierra.